Hablar de estilo de vida saludable no solamente hace referencia a la salud o el bienestar físico o corporal, sino también al bienestar mental, ya que conseguir un equilibrio entre salud física y salud mental hace posible que lleguemos a encontrarnos mejor con nosotros mismos y con el mundo. Pero conseguir ese equilibrio es difícil de alcanzar debido al ritmo de vida que muchos elegimos llevar. Conseguir un equilibrio entre trabajo, familia, obligaciones y extras, nos hace ir todo el día de puto culo, con una sensación de que nos faltan horas en el día. Esta situación nos lleva a adoptar hábitos que ni por asomo se asimilan a la consecución de un estilo de vida saludable.
Todos necesitamos unos macro nutrientes. Nuestro cerebro, nos da una recompensa cada vez que los consumimos. Pero si lo hacemos en exceso se produce una recompensa permanente y hace que nos atraigan mucho e incluso tengamos comportamientos de tipo adictivo.
Escuchamos que debemos llevar una vida sana. Dieta mediterránea, tomar cinco piezas de fruta y verdura al día, no abusar de las grasas, hacer ejercicio... Todo esto se mezcla en la cabeza y se produce una bomba de relojería. Por qué? Porque nos dan has herramientas, pero no nos dan el manual de instrucciones. Y qué ocurre? Que tratamos de averiguar el manejo por nosotros mismos y vemos que no funciona. Y aquí es cuando nos surge la duda de decir; pues yo no sé por qué no adelgazo si es que yo no como nada. No sé por qué estoy gordo si yo como muy bien. Y aquí está el quid de la cuestión.
Lo primero que debemos de tener en cuenta es que ningún alimento engorda. Y antes de que me pongas a parir, quiero que recapacites.
Todas las personas tenemos unas necesidades calóricas, dependiendo de factores como nuestro ritmo de vida, nuestro objetivo a conseguir y por supuesto, de nuestro IMB, índice de metabolismo basal (calorías mínimas que necesitamos para pasar todo el día en reposo). A este metabolismo basal, hay que añadirle las calorías que gastamos nosotros en nuestro día a día. Levantarnos, ducharnos, caminar hasta el trabajo, trabajar, recoger a los niños del colegio, la clase de Zumba..... todo lo que hagas en el día hay que medirlo. Estás calorías hay que sumarlas al IMB, y sobre esa cantidad que salga, es sobre la que hay que actuar.
Si mi objetivo es subir de peso, tendré que sumar calorías, y si quiero bajar de peso, tendré que restar. Así de sencillo. Pero ojo. Hay que subir o bajar calorías de una manera moderada. Esto no se trata de decir; Vale! voy a quitar 1000 calorías de la dieta y así perderé más peso. O voy a añadir 1000 calorías y así ganare más. Esto no funciona así. Primero porque si reduzco más calorías de la cuenta, nos saldría una alimentación tan baja que no seríamos capaces de mantenerla en el tiempo. Claro, tampoco obtendremos resultados porque nuestro sacrificio no será acordé a los resultados que estamos viendo. Entre otras cosas, porque si recortamos mucho, nuestro organismo entrará en un estado de alerta en el que se ralentizará tanto, que no quemaremos calorías.
Pasa lo mismo que sí queremos subir de peso y aumentamos mucho las calorías. El desconocimiento nos hace pensar muchas veces que subir de peso es engordar, pero no creo que nadie quiera ponerse gordo así por gusto. Primero por el riesgo para nuestra salud y segundo porque no es un objetivo real. Esa frase que nos decía nuestra abuela de -Niño, a ver si engordas que estás muy delgado (bueno, a mi nunca me la dijeron. Mi frase era más, -Ay que niño más hermoso).
Cuando hablamos de engordar, lo que realmente queremos es ganar algo de masa muscular para tener un aspecto más lleno y no parecer tan delgados. La grasa corporal, ni le gusta, ni beneficia a nadie.
Está subida o recorte de calorías debe de ser una cantidad soportable y duradera en el tiempo. Estará en torno a unas 300 calorías arriba o abajo. Y voila, aquí te acabo de dar la solución a tu problema. Ahora cada vez que veas una dieta que alguien ha hecho con éxito, lo primero que deberás de pensar será; -Espera espera. A ti te ha funcionado, pero tiene esta dieta las calorías que yo necesito?, tiene menos? Se adapta a mi ritmo de vida y a mis necesidades? Ahí está el secreto. Porque siempre me encuentro con el mismo problema. Hay personas que piensan que comer saludable, significa que estamos comiendo bien. Y ojo. Hay alimentos que son muy saludables, pero dependiendo de la cantidad que tomemos, del momento del día en el que los comamos, y de con qué los combinemos, convertiremos a ese alimento tan saludable, en una puñetera bomba de relojería.
- Yo sólo ceno fruta? Te suena? La fruta es un alimento muy saludable, pero comerte un bol de frutas en la cena antes de irte a la cama, te inyecta una cantidad de calorías en forma de azúcares simples en el cuerpo, que durmiendo no vas a consumir. Y qué hace el cuerpo cuando le damos calorías que no necesita en ese momento? Guardarlas para cuando hagan falta. Y como guarda el organismo calorías para cuando hagan falta?, almacenándolas en forma de grasa.
-Tachaaaaan!!. La fruta engorda? No. Consumiendo la en la cantidad y en el momento adecuado. Pues así con todo.
Te doy la receta para que a partir de ahora puedas tú mism@, elaborar tu propio plan de comidas.
Calcula tu IMB (se calcula dividiendo tu peso corporal entre tu altura al cuadrado en metros).
A esa cantidad súmale las calorías de tu actividad diaria (hay muchas apps online donde se pueden calcular las calorías que consumimos haciendo nuestras actividades diarias. Aunque la manera más cómoda hoy día es a través de un smartwatch que nos diga lo que gastamos de una manera más precisa).
A la cantidad que te dé, súmale 300 si quieres subir de peso, o restale 300 si quieres bajar. Y con la cantidad que te de, vete a una tabla calórica, y sin privarte en absolutamente ninguna comida que te apetezca comer, divide tus nutrientes en 50% carbohidratos, 35% proteínas y 15% grasas. (Cantidades orientativas dependiendo de factores o patologías personales). De esta manera, no habrá ningún alimento que adelgace o que engorde, siempre que se encuentre dentro del cómputo de calorías que tú necesitas.
Será a partir de este momento, cuando comprendas que la vida no es pasarla a dieta (palabra que no me gusta usar porque la asociamos con sacrificio), sino hacer de esa alimentación , un estilo de vida que podamos tener para siempre.
Déjame tus comentarios sobre consultas que te puedan surgir. Estaré encantado de contestarte
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